SUEÑO, MEMORIA Y MISTERIO (por Pablo R. Bedrossian)

emilio-vidal-berugo-carambula-y-raimundo-soto-01
Emilio Vidal, José “Lamparita” Dell’Arno y Raimundo Soto

Hace dos noches tuve un curioso sueño. Me encontraba en Buenos Aires, conversando con Emilio Vidal, un actor mayor que durante mi niñez formó parte de un programa cómico de TV llamado Telecataplum. Su imagen era la misma que en los ’60. En el sueño Vidal me contaba que tocaba el bandoneón y hablamos de dos tangos: Malena y María. Al despertarme, inmediatamente recordé a Raimundo Soto, otro actor del mismo programa. En esos dos sucesivos momentos aparecieron el par de imágenes de mi infancia, asociadas a sus respectivos nombres y voces. Lo curioso es que ambos actores nunca fueron relevantes para mí, y que hace al menos 30 o 40 años que no tenía memoria de ellos. Además, horas después quise acordarme de sus nombres y no pude. Tuve que asistirme con la ayuda de Google para recordarlos.

Buscando información, Soto murió en 1983; Vidal en 1994. También leí que Vidal participó en varias películas argentinas, algo que no tenía presente, pero seguramente lo vi en algunas de ellas. La cuestión es que, habiéndolos olvidado por tan prolongado tiempo, la memoria recuperó sus recuerdos y los puso de repente en la conciencia.

CEREBRO Y MEMORIA

memoria-humana-01Dicen que los recuerdos se guardan en forma de proteínas. A raíz de ese sueño estuve leyendo sobre el tema. Se dice que la memoria a largo plazo o memoria inactiva almacena recuerdos por un plazo de tiempo mayor a seis meses, sin límite alguno. Borges de algún modo lo contradice en ese ensayo en forma de cuento llamado “Funes el Memorioso” donde sostiene que la memoria está hecha de olvido. Si no, recordar un día entero nos tomaría todo otro día; resumiendo, la memoria es selectiva: recordamos fragmentos, no totalidades. Muy diferente es la memoria a corto plazo y de trabajo, que almacena datos que necesitamos durante un espacio de tiempo breve (de unos 20” a 30”), por ejemplo, un número. Según expertos, la memoria de corto plazo puede convertirse en memoria de largo plazo mediante la repetición y la asociación.

Más allá de eso, pensando en mi sueño, recuerdos que nunca estuvieron concientemente disponibles surgieron sin previo aviso y sin relación alguna con lo vivido el día anterior, la semana previa, ni los meses, años o décadas más recientes. Este hecho me plantea preguntas que para mí son una suerte de misterio: ¿cómo funciona la mente? ¿cómo trabaja la memoria? ¿qué es lo que hace que esos recuerdos olvidados regresen a la conciencia? Finalmente, ¿por qué son precisamente esos recuerdos, en este caso insignificantes, los que vuelven a nosotros y no otros? Si alguno tiene una respuesta, una idea o una hipótesis, por favor, que la plantee. Abrazo para todos.

© Pablo R. Bedrossian, 2017. Todos los derechos reservados.


BONUS: ACERCA DE TELECATAPLUM

telecataplum-01Para los más jóvenes y para los que no conocen del tema, Telecataplum estaba conformado por actores uruguayos. Nació en Canal 12 de Montevideo; si mal no recuerdo, luego llegó a Canal 11 de la Argentina. Muchos de sus actores son recordados por haber actuado luego en Hupumorpo, en los ’70. Quizás alguno recuerde a Ricardo Espalter protagonizando al incorregible Toto Paniagua frente a su maestro de buenos modales, interpretado por Enrique Almada (cuyo hijo Sebastián luego participó en Videomatch de Marcelo Tinelli), o haciendo una parodia de la serie Kung Fu. Otro actor del grupo -y músico- recordado por muchos es Berugo Carámbula. De los que recuerdo, menciono a Andrés Redondo (a quien alguna vez saludé en el Hospital Zubizarreta donde trabajé en los ’80), Eduardo D’Angelo, y las actrices Henny Trayles y Gabriela Acher. Para muchos, este elenco uruguayo inventó el humor del Río de la Plata.


CRÉDITOS MULTIMEDIA

Foto 1, con Emilio Vidal, Berugo Carámbula y Raimundo Soto, tomada de https://www.taringa.net/post/noticias/18208951/Fallecio-el-actor-Eduardo-D-Angelo-recordado-por-Hip.html

Foto 2, cerebro con fondo azul, tomada de http://cuadrocomparativo.org/cuadros-sinopticos-sobre-la-memoria-humana/

Foto 3, Telecataplum, tomada de http://www.magicasruinas.com.ar/publicidad/piepubli703.htm

Imagen destacada: «La Décalcomanie», de René Magritte, tomada del sitio https://www.elespanol.com/cultura/arte/20160920/156984988_0.html

 

 

 

 

 

 

 

12 comentarios en “SUEÑO, MEMORIA Y MISTERIO (por Pablo R. Bedrossian)

    1. Hola, me parece que comentarte algo seria “casi como interpretarte el sueño”, hecho que sería totalmente irreverente. Pero Borges, en realidad no podía referirse al proceso que sufre el contenido del sueño, cuando lo soñamos y mas aún cuando despertamos. El mismo, resultado de una selectiva censura hace que recordemos fragmentos a descifrar. Sin dudas ambos cómicos representaron una época de nuestra vida en la que el humor, la sociedad, la TV tenian códigos que hoy son indescifrables. La memoria es tan selectiva como lo que nuestro inconsiente deja emerger de ella …. Es toda una tarea: el porque, el para que, el para quien
      ….

      1. ¡Hola, MaVi! Gracias por escribir. Cuando cito a Borges no me refiero a los sueños, si no a la memoria. Me acuerdo que él habla varias veces de los sueños, pero en otros términos. Va desde el eterno retorno y la vida como sueño de «Las ruinas circulares» a citar a Groussac, cuando decía que los sueños se forman con retazos de lo vivido en el día. Desde luego, el proceso de los sueños tiene diversas interpretaciones. Un freudiano (y me parece que quizás vas en ese sentido) sostendrá que aquellos repetitivos representan nuestros conflictos inconcientes en forma simbólica. Quizás un religioso encuentre signos de la voluntad divina. Un neurólogo verá una actividad eléctrica y prestará atención a la fase REM… en mi caso me pregunto porqué personas que habiendo sido irrelevantes para mí (ni siquiera recuerdo sus nombres en este momento) y sin disparador alguno aparecieron en un sueño después de décadas de total olvido. Como médico, puedo pensar que alguna conexión eléctrica involuntariamente se activó, pero tampoco sabría decirte cómo. En fin, mi felicidad infantil estuvo más unida a Pepe Biondi, a Telecómicos, a La Tuerca y a los últimos años de Luis Sandrini. Pero charlar de tango en el sueño con don Emilio (¿cuál era el apellido?) estuvo muy bien. Abrazo y gracias nuevamente por tu aporte. Siempre estoy abierto a otras ideas y no dudes en corregirme.

  1. Gracias por tu pronto comentario! No intenté en ningun momento corregirte, y si con mi gérmen psicoanalitico realicé una especial lectura de tu publicación. Seguramente tanto para el escritor, como para Freud en la “Interpretación de los sueños”, es posible reconocer que en cada parte del sueño somos nosotros mismos formando una escena, la Otra escena de nosotros mismos.
    Las visiones son muchas y seguramente respondan al atravesamiento intelectual que tenga quien intente descifrar la intención inmanejable del soñante. Me quedo con la tuya, -Ups!- la de la felicidad infantil que por algo se expresó en ese sueño y con esos personajes. Gracias por hacernos pensar!

  2. Pedro, cuando puedas, tratá de leer «El hombre que confundió a su mujer con un sombrero», de Oliver Sacks. En concreto, el capítulo 15, titulado «Reminiscencia». Describe allí dos casos clínicos, parecidos a lo que te pasó a vos, aunque obviamente más graves y más curiosos. Saludos.

    1. Interrumpí mi trabajo para leer tu recomendación. Sin duda, un texto interesante. La lectura me hace pensar algunas cosas que brevemente te comparto. Muchas veces las ciencias (en este caso las neurociencias) describen apropiadamente mecanismos; en el texto, la actividad del lóbulo temporal determinada por un electroencéfalograma. Pero creo que el alcance de las neurociencias tiene en este campo aún tiene dos límites. El primero será salvable, el “qué” se percibe, pero el segundo, el por qué (no me refiero al por qué causal sino en cuanto al significado para la persona), me parece que será más difícil. Escuchar la voz de una madre fallecida hace años debe ser conmovedor. Desde luego, si, como para OM, esas tres canciones carecían de significado, escucharlas sería una tortura, pero ¿qué pasaría si la sensación fuera un puente hacia un recuerdo perdido de un momento maravilloso, ahora recuperado? Podemos explicar las experiencias pero no sé si hay algún principio biológico que rija nuestra reacción ante ellas. ¡Muchas gracias y cordiales saludos!

  3. Hola, Pablo. Me encantó tu artículo, yo soy otro nostálgico de esas épocas. Con Jaujarana debo de haber aprendido a hablar, y después, Hupumorpo me llenaba los ratos de humor en la época de la escuela. A Vidal lo recuerdo porque participó en Coliseo Colifato, al lado de Imilce Viñas y muchos otros. Te comento: en la foto el que pusiste como Berugo Carámbula es, en realidad, José «Lamparita» Dell’Arno (que también llegó a actuar en Coliseo Colifato). Un saludo.

    1. Ya corregí lo de la foto. Tenés toda la razón… me confundió el bigotito jajajaja. En el Hospital donde trabajaba se atendía Andrés Redondo, lo atendía otro comañero, pero una vez charlé con él y me encantó su buena onda. ¡Cordiales saludos!

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.